lunes, junio 19, 2006

 

En la cepa de la oreja

No sé muy bien si es herencia de la cantidad de pueblos bárbaros que han pasado por aquí a lo largo de los siglos o de haber sido uno de los pocos países donde han triunfado las pelis de Bud Spencer y Terence Hill, pero algo está claro, cuando un aparato eléctrico deja de funcionar, lo primero que hacemos, es darle unos golpes para que vuelva a funcionar.
Este innovador método tiene un altísimo porcentaje de error; es probable que el cacharro en cuestión no vuelva a funcionar, aunque antes de golpearlo hubiera una mínima posibilidad.
Aunque hace poco, y después de numerosos estudios descubrí el único lugar donde es 100% efectivo (con un error de más, menos 0,1): el metro de Madrid. Sí, aunque parezca mentira, si la puerta de un vagón parado en una estación no se abre por mucho que tires de la palanca, una patadita en la base de la puerta y voilá, la puerta se abre inmediatamente.
Como recomendación médica, hay que tener cuidado de no emocionarse con todo esto del mundial y meterle un punterazo a la puerta. Desde este blog no nos hacemos responsables de las uñas que se os caigan si no seguís este consejo.




Comments:
Que razón tienes con lo de los golpes, yo antes tenía un 486 y el disco duro se paraba (creo que las agujas dejaban de escribir o leer) y la mejor solución que encontré era darle un buen golpe a cada lado de la torre con las manos abiertas (estilo Bud) y creeme, funcionaba otra vez. Lo malo es que le coges el gusto y sin saber ya porqué, le metes cada dos por tres!!
 
pues si que tienes trabajo últimamente....esto está más parado que el kiosko del parque.
 
de hecho los rumores dicen que más que la patadita, lo más efectivo es la coz. por aquello de las uñas y los dedos.
 
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